Azúcar: El dulce sabor de troya para nuestra salud

Reducir el azúcar es vital para seguir una buena alimentación y estar completamente saludables. Ello ayuda a tener una mejor calidad de vida y a combatir el sobrepeso. Con el paso del tiempo, se ha comprobado que el exceso del consumo de azúcar afecta al organismo, daña la salud y promueve el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, como la obesidad, el hígado graso y el síndrome metabólico.
Te has preguntado, ¿qué pasaría si dejaras de consumir por completo todo alimento rico en azúcares y cómo favorecería a tu salud? Si lo has cuestionado, lo primero que tal vez te venga a la mente son cosas evidentes como bajar de peso, no desarrollar diabetes, enfermedades cardiovasculares, entre otras.
Afirma Barb Stuckey, en su libro, "Taste, What You re Missing" (El sabor, lo que te estás perdiendo"), que el sabor dulce tiene mucha resonancia en nuestro inconsciente y, aún más, que es muy difícil que alguien pruebe el azúcar y diga que no lo sabe bien. La principal función del azúcar es proporcionar la energía que nuestro organismo necesita para el funcionamiento de los diferentes órganos, como el cerebro y los músculos, funcionalidad esencial a lo largo de la vida y situaciones fisiológicas.
Sugerencias para reducir el azúcar
Entidades como la OMS, han promovido la divulgación de numerosas recomendaciones para reducir el consumo de azúcar. El objetivo es que las personas puedan tener una vida más saludable y gozar de vitalidad.
1. Identificar los tipos de azúcares
El azúcar es un carbohidrato que tiene como función principal dar suficiente energía al organismo. Es muy común que podamos encontrar estos azúcares en frutas, leches y verduras, o de forma añadida, como en bebidas azucaradas, golosinas u otros alimentos procesados.
2. Escoger alimentos naturales en vez de los industriales
El azúcar es una fuente de calorías, pero carece totalmente de vitaminas y minerales, lo cual la convierte en un tipo de caloría vacía. Consumir azúcar es uno de los hábitos poco saludables que favorece la malnutrición y una indeseable consecuencia de lo que supone ingerir grandes cantidades de alimentos procesados. Se recomienda sustituir los alimentos procesados por alimentos netamente caseros y por fruta fresca, verduras, frijoles, queso, huevo y yogur natural.
3. Controlar el consumo de bebidas azucaradas
Estos líquidos están compuestos por un alto contenido de azúcares, por ello se deben sustituir por otro tipo de bebidas.
Los refrescos normalmente contienen 21,9 gramos de azúcar en total, lo que equivale a 200 mililitros. Por tanto, las bebidas con edulcorantes son una mejor opción. No obstante, es preferible beber agua y bebidas sin azúcar añadido, como la limonada, cacao caliente, té de mate, entre otros tipos de tés.
Conviene tener presente, además, que en los mercados podemos encontrar yogures, pan, galletas, mermeladas y postres endulzados con edulcorantes o sin azúcar.
4. Buscar alternativas para endulzar
Es difícil sacar el azúcar de nuestras vidas. Por eso, debemos consumirla de la forma más natural posible. Lo más recomendable es usar edulcorantes naturales como la miel, la estevia, el azúcar de coco o la melaza de arroz. Todos estos edulcorantes son saludables si no se consumen en exceso y pueden ser combinados con distintas comidas y bebidas.
En Promover le contamos algunos de los beneficios
Menor daño a tus órganos gastrointestinales
Dejemos de hablar solo de azúcar de mesa, existe también la fructosa, comúnmente añadida a toda variedad de alimentos con la finalidad de endulzarlos, esta es demasiado nociva para tu salud. Su elevado consumo causa enfermedades metabólicas como hipertrigliceridemia, hiperuricemia, obesidad y diabetes y, de paso, promueve eventos de diarrea crónica, alteraciones en la función intestinal como inflamación, dolor abdominal, eructos, flatulencias; hígado graso, que evoluciona a cirrosis o cáncer y, por último, cambios negativos en tu microbiota (microflora) que alteran la permeabilidad intestinal.
Disminución en padecer Alzheimer
La presencia elevada de azúcares en sangre (sobre todo glucosa y sus metabolitos) aumentan las reacciones de glicación, que originan los AGE’s, estos se modifican y oxidan a una enzima conocida como MIF, también haciendo que aumente el estrés oxidativo y la regulación del sistema inmune innato, favoreciendo así la aparición del Alzheimer y su evolución.
Menor probabilidad de desarrollar cáncer de próstata
Dada la hipótesis de que la insulina es un factor promotor del crecimiento de tumores, se tienen razones viables para sustentar que una dieta rica en azúcares fomenta su aparición y desarrollo al promover la secreción de esta hormona. Modelos animales con dietas bajas o muy restrictivas en carbohidratos han mostrado ser efectivas para disminuir la ganancia de peso y detener el crecimiento de los tumores en esta glándula. Hablando de humanos, se ha encontrado que una dieta alta en azúcares refinados incrementa el riesgo en desarrollar este tipo de cáncer.
Estos cambios de hábitos de consumo sumado a la toma de conciencia sobre las consecuencias nocivas del exceso en el consumo de azúcares para la salud ayudarán a cumplir con las recomendaciones en pro de mejorar la alimentación evitando el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades asociadas.